Nada nuevo bajo el sol menguante (no la luna) del cambio climático.
EE.UU y Europa, decadentes, contaminados y contaminantes desde el siglo XIX por lo menos,
quieren ahora que den ejemplo los otros, los países en desarrollo:
China, la India, Brasil, Venezuela, etc., antaño colonizados y explotados por las potencias occidentales.
Caprichos de dueño y señor, palabras de milagrero, charlatanes, políticos o, mejor, curanderos del siglo XX y XXI.
Como es natural, no se han entendido, y algunos se han ido dando un portazo, y otros han salido a correr la maratón, parafraseando el dicho popular:
"Contaminador, el último".
El suplente del cronista
Es decir: "Maricón, el último", ¿no?
ResponderEliminarAcadémico novísimo
Así es, querido neo-académico.
ResponderEliminarEl suplente
!Ya esa!,ya nos la cargamos los maricones, y ojo que maricones somos todos.
ResponderEliminarDijo Dalí:"Para saber si uno no es maricón, ha de probarlo y no gustarle. Yo no lo soy", pero claro, todo el mundo sabe que él era impotente, lo que le ponía era el mirar, y así no vale.
Pero volviendo al tema, ¿por qué será, que las cosas que nos vienen mal, han de ser mariconadas. O putadas, otras que también reciben palo. Y también podríamos decir, que putas, putas somos todos. Y no hablo en sentido figurado ni metafórico.
Aprovechando las fechas que son y la ocasión, les deseo unas fiestas plenas de libidinoso espiritu transgresor.
Estas fiestas navideñas envíe una postal obscena. ¿Por qué en Navidad todos parecemos más amorosos, y al día siguiente volvemos a ser tan hipócritas, tan "hideputas", como decían en tiempos de Cervantes?
ResponderEliminarEl preguntón