Dicen por tiendas y bares del barrio -los clientes mejor informados del barrio-, que ya se está formado una nueva asociación de vecinos dispuestos a redactar y firmar un "editorial conjunto", un nuevo "editorial conjunto", más revolucionario, a favor de la tierra, pero también a favor de la dignidad en el trabajo y la vivienda en Catalunya. Los más luchadores y utópicos del grupo, confían en poder lograr que los medios de comunicación de Catalunya apoyen y publiquen, sin fisuras ni intereses de partido o empresa, este nuevo "editorial conjunto", sin duda más ambicioso en sus propuestas que el comunicado anterior publicado por la prensa.
Al parecer el lema o slogan pactado será bilingüe y dirá así:
Per la dignitat d'un treball digne, d'una vivenda digna a Catalunya, terra digna /
Por la dignidad, ahora y aquí: un trabajo digno, una vivienda digna
Deseamos que todo se resuelva bien, con dignidad y de acuerdo con el derecho constitucional a la tierra, al trabajo y a la vivienda en Catalunya, y más allá.
El suplente del cronista
Todos unidos por la dignidad de cada uno, del trabajo, de la vivienda, del país o nación, y otra vez la dignidad en el trabajo y la vivienda: lo repito, más que nada para que no se quede sólo en una cosa de "país", sin dignidad para los ciudadanos.
ResponderEliminarUn vecino del indigno Barriochino
¿La dignidad de los políticos es tan digna como para exigir dignidad a los demás? ¿Es todo una farsa para no hablar de la falta de dignidad real, la del ciudadano en paro real e indigno, con problemas reales e indignos de vivienda?
ResponderEliminarA favor de la dignidad real
No confundamos las cosas. Este "editorial conjunto" de la prensa catalana (por cierto, nadie dice que el diario "El País" tampoco lo ha firmado), no es una muestra de "pensamiento único", reduccionista, como critican algunos. Una cosa es la dignidad de Catalunya como pueblo, como nación, y otra muy distinta, la dignidad de los ciudadanos: ésta, la dinidad de la ciudadanía, sólo será respetada y efectiva cuando lo sea también la dignidad de Catalunya. Una dignidad lleva a la otra, o por lo menos esperemos que éste sea el camino y que no haya "desviaciones fascisto-nacionalistas" y se quede todo en agua de borrajas patrioteras.
ResponderEliminarUn demócrata con fe
Vivo y trabajo en Catalunya, pero tengo un trabajo indigno y precario (no hay otro), una vivienda indigna, con humedades, grietas, insectos (no hay otra), ¿tendré algún derecho a la dignidad cuando sea respetada la dignidad de Catalunya?
ResponderEliminarEmigrante ecuatoriano-catalán
Menos largar palabras altisonantes y dedicarse más a resolver los problemas concretos, de cada día, de los ciudadanos de aquí y de allá, que en todas partes cuecen habas.
ResponderEliminarPragmático
Editorial conjunto, editorial único, pensamiento único, uniformidad informativa, ¿aquí no hay nadie que piense por su cuenta? ¿Se puede construir una buena casa sin haber estudiado arquitectura? ¿Se puede hablar de dignidad después de tantos ejemplos indignos? ¿No habría que empezar por la dignidad de uno mismo antes de hablar de la dignidad general, nacional? ¿Qué es la dignidad de un país sin la dignidad de sus políticos, banqueros, intelectuales, policías, jueces, periodistas, comerciantes, barrenderos...,etc.? ¿La dignidad general no es una suma de dignidades particulares?
ResponderEliminarUna catalana que pregunta
En resumen: cuando seamos una nación digna, seremos ciudadanos dignos. Pero no olvidemos que siempre habrá una "vieja dama indigna" que intentará corromper a los que aún permanecen vírgenes, libres aún de impurezas económicas y de otras impurezas (históricas, políticas, laborales, académicas, sociales, vecinales, familiares, religiosas...)
ResponderEliminarEstudiante de pedagogía
Complicada es la pureza democrática, la dignidad política. El poder mancha las manos. Serafí Pitarra, Valentí Almirall y sus amigos federalistas de tertulia, (en la trastienda de una relojería de la calle Escudellers, de Barcelona), comentaban, ya en el siglo XIX, que era imprescindible que los políticos no recibieran dinero público, y que cada uno viviera de su propio oficio (relojero, comediógrafo, carpintero, marchante, tendero...). Qué tiempos aquellos de lucha política auténtica, de verdadera vocación política.
ResponderEliminarLector de la comedia satírica de Serafí Pitarra, "La botifarra de la llibertad"
Me solidarizo con este "nuevo editorial conjunto". Dignidad para todos, para Catalunya y más allá.
ResponderEliminarUn artesano
No hay otras dignidades, y la dignidad solo pude ser personal.
ResponderEliminarLa dignidad es el merecimiento de respeto de la autonomía del hombre, que deviene ciudadano que se rige por su voluntad.
Dada la naturaleza ideal de la dignidad, no existe en sí misma, si no en la permanente lucha por reconocer la dignidad del otro y defender la propia.
NOTA:
ResponderEliminarLa posibilidad de dignidad implica la posibilidad de libertad.
La libertad sería un hueco, un pequeño espacio vacio, en un mar de determinismo.
Quien sepa de él, que lo de a conocer.
Suscribo el editorial conjunto reivindicando la dignidad del poeta, del escritor y del traductor y el reconocimiento de sus derechos de autor. Cataluña es una de las autonomías que NO HA PAGADO LOS DERECHOS POR PRÉSTAMO BIBLIOTECARIO.
ResponderEliminarComo dicen muy bien L. Nadal y A. Tello, la dignidad empieza por uno mismo. Lo más fácil, inútil e hipócrita es exigir primero dignidad a los otros, y no a uno mismo.
ResponderEliminarEl suplente del cronista