del Palau, del Barça y de la ONU,
hemos asistido a un pequeño y emocionante homenaje a Ocaña, artista, vecino de la Plaza Real, que hace tiempo se vistió de Sol y una de las bengalas que llevaba prendidas le incendió el vestido de gasa, provocándole quemaduras de muerte.
Hoy ha sido coronado en una ceremonia que ha tenido lugar en el barrio, junto al estanque de su Plaza Real, como "Beata Ocaña".
Dos vírgenes, claveles rojos y tambores han acompañado al séquito del artista en la procesión por las Ramblas y la Plaza Real.
El homenaje a Ocaña fue una fiesta popular. Lástima que no estuvieran en la ceremonia de "Beata Ocaña" algunos escritores y artistas que tanto han hablado de "ella". ¿Otros tiempos, infidelidades poéticas, artísticas? Siempre nos quedará la reacción festiva popular, humilde y renqueante por la Rambla de las Flores, con cestitos de claveles rojos y los cabellos teñidos al viento, bajo el tañir de las campanas al entrar en la Plaza Real (sonido grabado).
ResponderEliminarLa Carolina del Pétalo Rojo
Me pareció distinguir el rostro de Jean Genet entre el público que asistió a la ceremonia de "Beata Ocaña" (y no iba acompañado de Juan Goytisolo).
ResponderEliminarJean Genet, que conocía bien la Rambla de las Flores y el Mercado de La Boquería, como Ocaña.
Muñequita Linda
Curiosamente, no vimos a Nazario, el dibujante y amigo de Ocaña, quizá arrojado de su casa de la Plaza Real por el ruido nocturno, brutal, de los altavoces durante las Fiestas de la Merced.
ResponderEliminarUna vecina de Ocaña y Nazario
"pero aquellas que el vuelo refrenaban
ResponderEliminartu hermosura y mi dicha al contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres...
esas... ¡no volverán!"