LA VERBENA

Cartel cedido por J. Xifré (monitora en un Taller de La Modelo)

Ya tenemos día y pregunta, lee la hermana del informático.

Ahora les falta firmarlo, ¡y a La Modelo!, exclama la cuñada del dentista.

¡No, que esta prisión ya está cerrada!, seamos legalistas pero precisos, advierte la fiscal del barrio, que no es fiscal sino vecina que fiscaliza.

Pues si no hay cárcel, ¡inhabilitados todos, 200, 300 o 24.000, por los siglos de los siglos!, añade la cuñada del dentista.
Con 24.000 baci, con 24.000 besos, el rock de Adriano Celentano, bailándolo conocí a mi marido una verbena de Sant Joan, dice la dueña del bar.

O el rock dels Pets, Jo vull ser rei, para bailarlo cuando calienta el sol en la playa, sugiere la sobrina de la peluquera.
Rían, rían y bailen mientras puedan, que pronto se acabará la fiesta, advierte la cuñada del dentista.

La más bella del baile, la más bella de la fiesta, otra canción para la próxima verbena, de Silvie Vartan, apunta la vidente.

Si mucho me apuran, también podemos bailar El rock de la cárcel, con Elvis Presley, los Teen-Tops mexicanos o Miguel Ríos, añade la nieta del anarquista.

Éste es el rock que bailaba mi madre con uno de sus novios, contrabandista de tabaco y queso francés, bromea la hija de la bibliotecaria.

¿Que hablan del referéndum?, pregunta el humorista.

Esta verbena escribiré una Oda a la Urna, y la presentaré al Premio Internacional Loewe de Poesía, anuncia el poeta romántico.
Usted vaya provocando, que acabará escribiendo en la celda, como San Juan de la Cruz y otros, advierte la cuñada del dentista.

La hermana del informático lee en el móvil: “Ya es todo inútil. El tribunal le declara rebelde y contumaz. Las Constituciones preceptúan para éstos el encarcelamiento por el tiempo que al general de la Orden le pareciere conveniente –en este caso hace sus veces el padre Tostado, como visitador-, y fray Juan es llevado, primero, a la cárcel conventual, y luego, a los dos meses, cuando llega la noticia de que se ha fugado el padre Germán, le llevan a otra que se crea para él, angosta, oscura, asfixiante como una tumba.” (Fray Crisógono de Jesús, Vida y Obras de San Juan de la Cruz. Ed. B.A.C.)