martes, 29 de septiembre de 2015

AGUA SALADA EN MARTE, AGUA SALADA EN LA TIERRA, Y UN BUEN POEMA RELAJANTE

NASA, fotografía de Marte








La NASA nos informa que han encontrado corrientes de agua salada en Marte, dice la sobrina de la peluquera.
¿La han probado ya?, pregunta la dueña del bar.
Para chorros de agua salada, los que Aznar le manda por carta a Rajoy, comenta el politólogo del barrio.
"Sapore di sale, sapore di mare", una canción de Gino Paoli, dice la hermana del informático.
Aquí seguimos con lo nuestro, que si Catalunya, que si España, que si el euro, ¿y el paro?, ¿y los que huyen de la muerte, ahogados en el mar? (aquí tienen agua salada, señores, agua salada para dar y vender), ¿y la armas de fabricación occidental probando su eficacia en el segundo, tercer, cuarto o quinto mundo?, pregunta la nieta del anarquista.
No seas tan pesimista, chica, ya sabemos que en todas partes cuecen habas, pero debemos sentirnos orgullosos de nuestra Europa, que respeta aún el Estado del Bienestar, pese a todo, responde la cuñada del dentista.
¿Perdone?, será el estado del bienestar de unos cuantos, que siempre han estado bien, y de ahí el estado del bien-estar, replica el humorista.
Habría que prohibir por ley las opiniones catastrofistas de pesimistas y aguafiestas, sugiere la fiscal del barrio. ¡Nunca habíamos vivido mejor que ahora!
¡Peor estaríamos con esos indignados y anarquistas, que siempre van de puros y a la menor ocasión te quitan el piso y la silla!, protesta la cuñada del dentista.
No diga barbaridades, en todo caso ocupan viviendas abandonadas y casi en ruinas. Además mi abuelo, anarquista pacifista, como ya sabe, jamás quitó nada a nadie, pero a él sí que le quitaron media vida, replica la nieta del anarquista.
Vale, vale, que haya calma, que estamos todos muy alterados y mejor sería que leyeran poesía relajante, indica el poeta romántico.
¡Usted siempre con los de su gremio!, se ríe la librera del barrio.
Gremio o secta, ¡porque hay cada uno con navaja pequeña, de bolsillo!, como dice mi madre, comenta la hija de la bibliotecaria.
¡No lo dirá por nuestro amigo, el poeta, que es más lírico, de flor en el ojal,  que épico y guerrero!, ironiza el humorista del barrio.
¡Estos son los peores!, contesta la hija de la bibliotecaria.
A palabras necias..., musita el poeta romántico.
Agua salada, agua salada..., ¡aquí un buen carajillo y se acabó la broma, como dice aquél!, sentencia la dueña del bar.

1 comentario:

Francesc Puigcarbó dijo...

JA HO DIU LA DITA: No trobaràs aigua a Mart!, o era a Mar?