lunes, 5 de noviembre de 2012

CRISTINA PERI ROSSI EN EL CLUB DE LAS SÁTIRAS Y LOS SÁTIROS

Hogarth, El casamiento a la moda





EL AMOR ES CURSI

(Poema inédito)

I
Con dos vasos de whisky y un diazepan diez
miro la luna llena y muy blanca
hoy, sábado, tres de noviembre del año dos mil doce
desde el ventanal de mi casa

con dos vasos de whisky un diazepan diez
la luna me mira a mí
en medio de la soledad del cielo negro

escucho el concierto no. 1 para piano y orquesta
de Chopin por Rubinstein,
e intento definir la palabra delicuescente

esa palabra que me preguntaste un día

delicuescente es el diazepan el whisky
Chopin el estudio No. 10 Tristeza

en Twiter alguien ha escrito: “Hoy he llorado
diez veces escuchando esa versión”

¿llorado? ¡!!Delicuescente!!! ¡!Delicuescente!!
Hay gente que llora porque ha perdido a su hijo
en la guerra otra llora porque le violaron a la hija
en un concierto de rock un matrimonio anciano
llora porque lo han desahuciado por no pagar la hipoteca

pero alguien lloró diez veces, hoy,
tres de noviembre de mil novecientos doce
escuchando a Rubinstein interpretando Tristeza

que es el estudio para piano no. 10 más triste
y delicuescente que he escuchado nunca

yo también lo escucho mientras miro la luna
esta luna blanca redonda platinada
que me mira o quizás ni eso

y recuerdo que antes
es decir un poco antes
cuando nos amábamos
yo te mandaba un mensaje de móvil:

mira la luna, te decía
y vos la mirabas

respondías “la estoy mirando”

y creíamos estar enamoradas como nunca
como nadie como jamás y para siempre

pero un año después nos separamos
y te pregunté si seguías mirando la luna
dijiste No, ya la he mirado bastante. No llevabas en el anular el anillo que yo te había regalado al principio cuando todavía nos amábamos

aunque yo seguía usando la pulsera Swarovsky que me regalaste al principio cuando nos amábamos
y Swarovsky todavía no era un cursi como Rubinstein
como Chopin
como la luna

que estoy mirando ahora,
sola en el salón de mi casa
donde antes nos amábamos

y te juro, te juro:
la luna, este sábado tres de noviembre de mil novecientos doce

es delicuescente.


II
Aquel eminente psicoanalista
me había invitado a cenar a su casa
junto a otras personas ilustres
-arquitectos, nuevos ricos y gente así-

a los postres los comensales le pidieron que hablara
un poco del amor

-había predominio de mujeres: de lo contrario, los hombres le habrían pedido que hablara de dinero-

el psicoanalista habló del amor
dijo que el amor neurótico busca la identificación
dos en uno un solo ser en dos cuerpos
que el amor neurótico busca la simbiosis
borrar las diferencias no respetar las identidades

fue el momento en que me di cuenta de que si el psicoanalista tenía razón

toda mi vida había estado equivocada

quizás yo seguía siendo una niña de pecho que buscaba a tientas a su madre en una noche oscura
de luna llena

y posiblemente todo lo que había escrito hasta entonces –poemas, canciones, novelas, relatos-
también estaba equivocado

Pero cuando entró su esposa
-hacía cuarenta años que estaban casados-

y la miró con desprecio no exento de condescendencia
pensé si este es el amor no neurótico
mejor me voy a casa a escuchar a Chopin por Rubinstein
que hace llorar a las almas sensibles
de Twiter

Y me tomo dos whiskys y un diazepan diez
que es mi biberón nocturno
la teta que chupo antes de dormir
o de morir, lo mismo da porque ambos
-morir, dormir- están tan identificados y son tan simbióticos
como el amor que me gustaría sintieras por mí
como el amor que siento por ti.

Cristina Peri Rossi

4 comentarios:

José María Ruiz Palacio dijo...

Señora: ¿Más elocuente que su poema? ¡imposible! La estúpida academia se estrella contra sus dictados sin vergüenza. Y si; hacen más por uno un par de wiskys y un diazepan mientras se esparce un concierto por el infinito.
Muchas gracias.

club de fans dijo...

Otro poema magnífico. Uno más.

Bibliotecaria de noche dijo...

Me gusta así, cuando se pone satírica, y todo vuela por los aires (poéticos).

la nieta del anarquista dijo...

Poesía de la poesía, el material poético amoroso sometido a revisión satírica. Buena idea la del Club de las Sátiras. Adelante!