domingo, 21 de octubre de 2012

UN POEMA Y UNA CANCIÓN SUENAN ESTA MAÑANA EN UN BALCÓN DEL BARRIO




EL ARTE DE AMAR
(Poema inédito)

Y contándote historias
y diciéndote versos
me fui enamorando

de manera que las historias que te contaba
tejían una fina red
en torno a mí
en torno a ti

y los versos de otros que repetía
eran como las notas
de una antigua y nueva melodía

ya sabes, mi amor,
cuáles son los efectos de las músicas,
ya sabes, mi amor,
cuáles son los efectos de los sons
de las dulces i y de las dulces e

contándote historias
y diciéndote versos
me fui enamorando

y al cabo no supe
no supe bien
si me había enamorado de vos
de mí
o de la música

de ti de mí y de la historia del pulpo
que cambia de sexo

la historia del charcutero que salva al niño judío

la historia de la bomba que cayó y mató a todos
salvo al gato

la historia de la leona que amamantó a una gacela
y la del cuervo que no supo volar
y contándote historias volví a enamorarme
de las mujeres a las que antes amé

y diciéndote de versos compuse melodías
de modo que ahora cuando digo que te amo
no sé bien a quién se lo digo
sólo que tú me escuchas

y quizás
también me amas

porque te cuento historias,
porque te cito versos.

Cristina Peri Rossi



9 comentarios:

vendedor ambulante dijo...

Estoy en la calle y escucho el poema y la canción que salen de un balcón.

la paseante nocturna dijo...

Lindo poema de Cristina Peri Rossi. Y con la grata compañía de Barbara y Ovidio. Esperemos que con la presencia de estos huéspedes selectos no se encarezcan los precios de las habitaciones de la Pensión Ulises.

una modesta propuesta dijo...

Si los políticos fueran cantantes y poetas, ¿otra música nos sonaría y los ciudadanos no tendríamos las partituras hipotecadas? Siempre que no hubiera, claro, una competencia desleal entre cantantes y poetas.

profe substituta dijo...

Sí, los políticos a clase, a estudiar "Arte de amar", y los economistas y banqueros a aprenderse de memoria la asignatura "Cómo ser peluquero y no tomar el pelo".

el desertor utópico dijo...

Pido la independencia de las palabras, de la república de las palabras. Que nadie que sea independiente fuerce la dependencia de los otros y de sus palabras. Que nadie tenga miedo a la libertad ni a volar.

la viajera extraviada dijo...

Reclamo poder atravesar bosques sin monstruos, poder andar por calles pacíficas, sin violadores del cuerpo y de la mente. ¿Es mucho pedir? Un arte de amar y no jorobar.

profesora de canto dijo...

Si los políticos y los sindicalistas cantaran de otro modo, otro gallo nos cantaría!

el refranero dijo...

Pájaro que no canta, algo tiene en la garganta.

otorrino dijo...

¿Y no será la prima de riesgo la que está en la garganta, dificultando el canto? Perdonen, ahora me doy cuenta, pero no era mi intención ser obscena.