miércoles, 13 de junio de 2012

EL MISTERIOSO CASO DE UNA SANGRE DERRAMADA
















Edición digital:  /sangre

Fotografía de Valérie Tasso, Jorge de los Santos y Alberto Tugues, publicada en el suplemento cultural "Tendències" ("El Mundo, 23.5.2008), en un reportaje de Llucia Ramis, con motivo de la presentación de "El caso de una sangre derramada", en Casa del Libro (Barcelona), y cuando aún no había podido llegar Carme Riera para acompañarnos.

2 comentarios:

Francesc Cornadó dijo...

Es un buen libro, no sabía de su edición digital. Felicidades.
Francesc Cornadó

comentarios en Facebook dijo...

A Valérie Tasso, Edite Pinto de Mello y 4 personas más les gusta esto..

Valérie Tasso: Documentos rescatados en tiempos de crisis..., para que las personas sepan que en tiempos no tan lejanos existía la buena literatura

Tramps Santos: Y sigue existiendo la buena literatura. Faltan buenos lectores.

Valérie Tasso: Cierto, Tramps! En el fondo, la literatura se adapta al mercado :( ¡Ah, Kafka y su "neverreaching" el castillo...!

Tramps Santos: Vosotros 3 hacéis buena literatura. No surrender!

Valérie Tasso: A. y Jorge son unos cracks. A. no se rinde, pero Jorge está llamado a acabar quemado con sus escritos "porque no corresponden a lo que busca el mercado y es muy complejo, pero Usted es una persona muy inteligente, se nota en su manera de escribir, y le llamaremos, pero de momento no nos interesa porque su libro no tiene trama, y un libro necesita tener trama (ainsssssssss???), porque sino no se entiende, pero siga escribiendo, blablabla, tralalalala" La sensibilidad del genio no se aprecia en el mundo material en el que vivimos. Me cago en...

Valérie Tasso: Tralala, blablabla...Estas 2 palabras, ya en sí, contienen toda una trama. El cuestionamiento de la propia trama.

Albert Tugues: Y acaba de cerrar otra buena Editorial de poetas, DVD, dirigida por el poeta y amigo Sergio Gaspar. Ya lo sabes, Valérie, , malos tiempos para la lírica y la narrativa experimental y auténtica, como la de Jorge. Pero hay que seguir y no arrojar los manuscritos a la hoguera de las vanidades del Mercado voraz, inquisitorial.