jueves, 28 de junio de 2012

DE PIRÓMANOS, BOMBEROS Y BANQUEROS
















En un canal de televisión de Catalunya han entrevistado a un banquero y, preguntado sobre el incendio bancario descontrolado y difícil de sofocar, se ha justificado manifestando que él no pertenece al grupo de los pirónamos, sino al grupo de los bomberos (lo ha dicho así, literalmente), banqueros-bomberos que, con una manguera en la mano, están intentado sofocar el incendio bancario catalán, español y europeo, con el fuerte viento soplando en contra a derecha e izquierda, y habiéndose ya quemado y volatizado gran parte de lo depositado por los confiados ciudadanos de estas tierras.
Pero la sorpresa es grande por parte del teleespectador cuando el mismo banquero nos dice que él ya estaba en el consejo de administración de una de las Cajas  desde el 2008, es decir, al inicio del incendio o de la propagación del mismo, ya que nunca sabremos cuándo empezó realmente. 
Algunos del barrio se preguntan si no habrá bomberos más preparados para sofocar un incendio, con una manguera real en la mano, que no necesiten tres o cuatro años para intentar apagarlo, sobre todo cuando el incendio es en casa ajena.
Por cierto, el citado banquero, según el diario digital http://www.e-notícies: "Tiene un blindaje de cinco años de sueldo si abandona la entidad, es decir, unos cuatro millones de euros".
O como dicen otros: "Apaga y vámonos".

El suplente del cronista

1 comentario:

comentarios en Facebook dijo...

A Luis Nadal, Mery Sananes y 6 personas más les gusta esto.

Luis Nadal: Ni pirómanos ni bomberos, simplemente LADRONES que están transfiriendo los bienes de la población al sector financiero. Si no hacemos arder estas catedrales del siglo XXI que son los bancos, ni el alma nos va a pertenecer.

Albert Tugues: Ya sabemos que no todos podemos dedicarnos a todo, pero ¿es tan difícil que políticos y banqueros profesionales se dediquen a su trabajo, como hacen médicos, oficinistas, lampistas, fontaneros, ets., pensando más en hacer bien su trabajo?... ¿O es que nadie está dispuesto a trabajar bien, con sentido común, sin abusar de la confianza de los demás? Sólo con eso podríamos ya comenzar a funcionar bien: No abusar nunca del poder, no abusar nunca de la confianza de los demás. No abusar.