martes, 17 de mayo de 2011

POESÍA FRONTERIZA

Gustavo Vega, Caligrafía del Caos

Valentí Gómez i Oliver, La realitat poètica, 4 Octubre 1998


















Gustavo Vega y Valentí Gómez i Oliver (y  coordinador quien esto escribe) estuvieron en los "Encuentros 080" (ACEC, Ateneu Barcelonès), en esta Setmana de Poesia de Barcelona, presentados por Miquel de Palol. Cada uno leyó y mostró en pantalla las imágenes de sus poemas, pasando luego a representar una performance de poesía fonetista (sonidos onomatopéyicos, incluyendo unos martillazos sobre plato de metal para marcar o detener el ritmo). Luego hubo un pequeño debate sobre las otras poéticas (poesía visual, conceptual, etc.), esas poéticas en que prevalecen la identidad visual y la emisión del sonido, y donde la palabra se convierte también en imagen incrustada en el poema visual. Se concluyó que también hay poesía más alla de las composiciones poéticas tradicionales, en la frontera de la palabra, la imagen, el sonido inarticulado y el concepto. 
Poemas fronterizos.

El suplente del cronista

4 comentarios:

alquimista dijo...

Otra forma de alquimia, de hacer poesía.

lector tradicional de poesía dijo...

Prefiero la poesía en verso, sin imágenes.

fronterizo dijo...

Hay poesía en verso, convencional, que es del todo ilegible. Estoy a favor de los experimentadores de la forma, los que no se conforman con el lenguaje de siempre, con las mismas metáforas de siempre.

Francesc Cornadó dijo...

Abogo por la poesía alquímica, la fronteriza, la que se encuentra en los límites del verso y de la métrica, la gráfica, la estrofa de caos, la tradicional de la forma deshilachada, la poesía de imágenes trastocadas, el verso con cesuras acuchilladas, los hemistiquios experimentales, los pies quebrados clásicos, la estrofa horaciana que se sirve en copa intacta, el verso de la razón invertida, el verso con metáfora de la razón crítica, la poesía ilegible, la que no se entiende nada pues nada tiene, la que solo tiene forma, la que no es más que contenido, la poesía-dato y la poesía alegato.
Salud
Francesc Cornadó