sábado, 11 de julio de 2009

LA SEMANA NEGRA DE GIJÓN

Delia Cugat, Lápiz y acuarela

















- Psicosis

Raúl Yagüe, Dibujo



Simenon, desaparecido, y Manuel Vázquez Montalbán que ya no está, pero el Tren Negro sigue con su marcha a gran velocidad hacia su destino de cada año: la Semana Negra de Gijón.
Con su pesada carga, con su mercancía de la nueva novela policíaca española, tan aburrida y previsible en sus crímenes y desenlaces de culpabilidad, que ni los niños más inocentes del barrio se los podrían tomar en serio ni en broma. Monótona en su estructura narrativa, convencional, pobre de lenguaje, de estilo, en un desprecio absoluto al lector, a quien suponen tan imbécil y falto de ambición como sus personajes.

Para el detective cantante que firma este comentario, es esta narrativa supuestamente "negra" una de las más aburridas del mundo, haciéndonos un flaco favor al manipular las crónicas de sucesos de los periódicos españoles, algo más amenas y felizmente breves. Desaparecidos, pues, Simenon, Cain, Hammet, Vázquez Montalbán, poeta y cronista..., tienen más suspense, más "crimen y castigo" Dostoievski o Dickens que esas novelas replicantes, una y mil veces repetidas y editadas, que viajan amontonadas en ese tren de mercancías de todos los años. Esperemos, por lo menos, que algunos de los autores se encuentren a la vuelta del viaje con el niño castigador y asesino, y aprendan algo de sus estrategias y obras consumadas, si es que sobreviven al encuentro para contarlo.
Ánimo, viajantes de la novela negra.

El detective cantante

3 comentarios:

albert tugues dijo...

No sé si aconsejar leer el neo-tostón de Larsson, "Millenium", I, II, III ("Los hombres que no amaban a las mujeres", etc.). Porque yo también prefiero "Crimen y castigo" (hay también una buena traducció al catalán de Andreu Nin, también desaparecido gracias a las malas artes de los comisarios comunistas soviéticos). La novela de Fiodor Dostoievski tiene más morbo y mejor literatura en sus casi mil páginas.

Una que ha llevado el peso de Larsson en el autobús

albert tugues dijo...

O las hermanas Brontë, señores pensionistas, las tres señoritas de las Cumbres Borrascosas, que no eran moco de pavo ni de detective o comisario español.

Una gótica

albert tugues dijo...

No se olviden de Víctor Català, Prudenci Bertrana o Mercè Rodoreda, nuestros grandes "tremendistas", maestras y maestros del horror en todos los sentidos y matices.

Una nacionalista de la lectura policíaca, "negra".