YouTube - Bryars:The Sinking of the Titanic
A LA ATENCIÓN URGENTE DE LAS SEÑORAS Y SEÑORES PENSIONISTAS
Les aviso con tiempo: lleven cuidado, mucho cuidado con Miss Lonelyhearts y sus seguidoras. En menos que cante un gallo o dos, pueden apoderarse de todas las infraestructuras de la Pensión Ulises, por no mencionar las supraestructuras económicas y políticas de la misma. Atención, pues. Vigilen, sean cautos, actúen con toda clase de argucias, no dejen de vigilar y ponderar cualquier movimiento nuevo, ajeno al día a día de la Pensión.
Deben ser precavidos y asegurarse cuanto antes los medios de producción de la Pensión y también de la Radio, ya que es ésta, la emisora de radio, la que subrepticiamente pretende apoderarse de los dominios y de la tecnología de la Pensión Ulises, y someter su espacio de libertad a la dictadura sentimental y ñoña de los mal llamados corazones solitarios. Siempre se ha dicho que una emisora de radio sentimental, un periódico minoritario o una revista infravalorada, pueden ser el germen de una rebelión y dar lugar a un cambio no deseado.
Y, no sean ingenuos, cuídense también los poetas y otros miembros líricos alojados alegremente, sin la debida protección, en las amplias habitaciones de la Pensión: no me extrañaría nada que hubiera más de un micrófono escondido debajo de las almohadas, con funda secreta, o de los colchones con doble fondo (no sería la primera vez), grabando los dulces sueños e intimidades de las parejas poetas o de los solitarios líricos. Cuando menos lo esperen, se verán descubiertos a la luz pública, sojuzgados sus poemas, corrompida su vida familiar, y ya será demasiado tarde para reaccionar frontalmente o con una cierta violencia poética.
No permitan, pues, que les quiten lo ganado con el esfuerzo diario de la pluma digital o electrónica.
El sobrino poeta de Engels
A LA ATENCIÓN URGENTE DE LAS SEÑORAS Y SEÑORES PENSIONISTAS
Les aviso con tiempo: lleven cuidado, mucho cuidado con Miss Lonelyhearts y sus seguidoras. En menos que cante un gallo o dos, pueden apoderarse de todas las infraestructuras de la Pensión Ulises, por no mencionar las supraestructuras económicas y políticas de la misma. Atención, pues. Vigilen, sean cautos, actúen con toda clase de argucias, no dejen de vigilar y ponderar cualquier movimiento nuevo, ajeno al día a día de la Pensión.
Deben ser precavidos y asegurarse cuanto antes los medios de producción de la Pensión y también de la Radio, ya que es ésta, la emisora de radio, la que subrepticiamente pretende apoderarse de los dominios y de la tecnología de la Pensión Ulises, y someter su espacio de libertad a la dictadura sentimental y ñoña de los mal llamados corazones solitarios. Siempre se ha dicho que una emisora de radio sentimental, un periódico minoritario o una revista infravalorada, pueden ser el germen de una rebelión y dar lugar a un cambio no deseado.
Y, no sean ingenuos, cuídense también los poetas y otros miembros líricos alojados alegremente, sin la debida protección, en las amplias habitaciones de la Pensión: no me extrañaría nada que hubiera más de un micrófono escondido debajo de las almohadas, con funda secreta, o de los colchones con doble fondo (no sería la primera vez), grabando los dulces sueños e intimidades de las parejas poetas o de los solitarios líricos. Cuando menos lo esperen, se verán descubiertos a la luz pública, sojuzgados sus poemas, corrompida su vida familiar, y ya será demasiado tarde para reaccionar frontalmente o con una cierta violencia poética.
No permitan, pues, que les quiten lo ganado con el esfuerzo diario de la pluma digital o electrónica.
El sobrino poeta de Engels
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